sábado, 13 de febrero de 2016

Se Bienvenido...


Ni una hoja susurraba;
no se oía una pisada;
todo mudo, todo en sueños,
menos tú y yo
-¡cuál me agito
al unir las dos palabras! --
menos tú y yo...De repente
todo cambia.
¡Oh, el parque de los misterios!
¡Oh, la región encantada!
Todo, todo,todo cambia.
De la luna la luz límpida
la luz de perla se apaga.
El perfume de las rosas
muere en las dormidas auras.
Los senderos se oscurecen.
Expiran las violas castas.
Menos tú y yo, todo huye,
todo muere,
todo pasa...
Todo se apaga y extingue
menos tus hondas miradas.
¡Tus dos ojos donde arde tu alma!
Y sólo veo entre sombras
aquellos ojos brillantes,
¡oh mi amada! Todo, todo,
todo cambia.

De la luna la luz límpida
la luz de perla se apaga.
El perfume de las rosas
muere en las dormidas auras.
Los senderos se oscurecen.
Expiran las violas castas.
Menos tú y yo, todo huye,
todo muere, todo pasa...

Todo se apaga y extingue
menos tus hondas miradas.
¡Tus dos ojos donde arde tu alma!
Y sólo veo entre sombras
aquellos ojos brillantes,.....

-Edgar Allan Poe

La Sombra del Sombrero

Mi primo Carlos siempre me insistía cada vez que se quedaba en casa a dormir, sobre el sonido que hace la sombra del sombrero.
No había noche en la que me despertará tembloroso bajo las sábanas señalando hacia el armario.

Ya duérmete. Ahí no hay nada. -Le decía.

Había noches donde lo podía escuchar orando y temblando. A el no le quedaba más que soportarlo. Mi tía estaba de viaje y no lo podía dejar sólo en casa. Así que hablo con mi madre para que el se quede con nosotros hasta su regreso.
En el día jugábamos normalmente. Por lo general yo nunca tocaba el tema de su terror nocturno. Había veces en el que mojaba la cama e incluso me orinaba también. Por eso evitaba hablar del tema. De seguro le causaba vergüenza.
Una noche sin embargo me volvió a despertar como siempre y esto me molesto ya que estaba con mucho sueño y me tenia que levantar en la mañana para acompañar a mi hermana al mercado. Metí mi cabeza dentro de la sabana donde el se escondía a mi lado y le dije:

-Que te pasa. Que tienes. Porque todas las noches te pones así?
Me dijo hablando despacio y entrecortado: -El sombrero........el sombrero va de un lado a otro de nuevo.
- Que sombrero? De que hablas? Le pregunte.

Había un poco de claridad en la habitación ya que por el tragaluz llegaba un poco de la luz de una lampara de la calle. Me pude dar cuenta que mi primo tenia los ojos cerrados y sin abrirlos me dijo despacio:

- Mira al armario primo. Mira al armario pero no hagas bulla por favor. Sino el sombrero me aplasta.

  No entendí lo que me quería decir pero hice lo que me pidió. Así que dudando y con el enojo convertido en curiosidad miré hacia donde el me indico. Casi imperceptible, estaba el armario con la puerta semi abierta, ropa sobre una silla, la mesita de la compu, los afiches pegados en la pared y nada. No vi absolutamente nada.

-No hay nada ahí -Dije ahora si algo molesto.

Entonces el saco despacio la cabeza de abajo de las sábanas y miró hacia donde yo estaba mirando y abrió los ojos de una manera que me hizo asustar y arropándose rápidamente grito:

-Ayúdame, primo, Ayu........ -Y en ese momento la habitación se puso fría y algo me empujo de la cama. Algo que despedía un olor horrible. Y me quede en el piso paralizado. Pensando en que quizá un vagabundo estaba escondido en el cuarto y estaba atacando a mi primo al que sólo escuchaba balbucear de una forma terrorífica. Entonces tome fuerzas y me puse de pie para salir del cuarto y avisarle a mis padres, y fue cuando lance una mirada rápida hacia donde estaba mi primo, y no vi a nadie. Simplemente estaba el con los ojos para arriba, haciendo ese sonido y botando saliva de su boca con las manos encrispadas hacia arriba y las piernas estiradas y rígidas. Fue cuando prendí de inmediato la luz del cuarto. Y me acerque rápido hacia el sacudiéndolo para que reaccione. Pero nada. Estaba teniendo un tipo de ataque. Entonces pensé que fue el quien me empujo con violencia y me hizo caer al instante que sufrió el ataque. No sabia que hacer así que me levante y fui corriendo al cuarto de mis padres. Los levante de inmediato y les dije que llamaran a una ambulancia ya que mi primo estaba teniendo un ataque. Mientras mi mama llamaba al hospital, mi papa estaba con mi primo tratando de hacerlo reaccionar. Me pregunto, que fue lo que paso. Le dije que el se levanto asustado y luego empezó a tener ese ataque. Fue cuando vi la cara de mi primo y algo me heló la sangre al darme cuenta que estaba botando espuma de la boca. Mi hermana se levanto asustada también. El sonido de la sirena me saco de ese lapso en el que me vi inmerso. Mi papa lo agarro en sus brazos y salimos juntos para subirlo a la camilla. Los paramedicos empezaron con su trabajo para hacerlo reaccionar. Lo bajaron de inmediato y lo metieron en la ambulancia. Mi papa y mi mama lo acompañaron. Mi hermana y yo nos quedamos en casa por si alguien llamaba. Estaba muy nervioso pensando en mi primo, pero a los 45 minutos mi mama llamo y dijo que ya estaba bien. Que fue un ataque de pánico motivado por una pesadilla quizás.
Más tranquilo, me fui a dormir junto a mi hermana hasta la mañana en que llegaron mis padres.

Ese día fuimos a visitarlo al hospital pero aún estaba dormido a causa de unos tranquilizantes que le habían suministrado. Le tome su mano y le dije que todo iba a estar bien. Mi papa nos llevo a la calle a dar unas vueltas por los centros comerciales para calmar el susto de la noche. Fue un día agitado. Y  el doctor llamo que ya mi primo podía regresar a casa el día de mañana. me alegró saber aquello.
Ya en la noche caí rendido. Pero en un instante de la noche me levanto un frío terrible en la habitación.
Y escuche el sonido de ropa moviéndose y un extraño siseo. Un sonido como el de alguien con un problema respiratorio. Entonces la habitación se puso mucho más helada, ese horrible olor de nuevo. Entonces mi corazón empezó a latir muy rápido. Me senté de un brinco. Entonces fue como si la vida se me fuera. Entre la oscuridad podía ver un sombrero negro moviéndose en un vaivén descontrolado. Quise gritar pero no pude. El olor a putrefacción era más intenso. Entonces me di cuenta que el sombrero tenía cuerpo. Yo era una piedra y casi no podía respirar. Y aquello se acercaba poco a poco a mi. Se retorcía. Escuchaba sus huesos crujir. Me desmayaba. Estaba perdiendo el sentido. Casi sentía ese aliento frío y descompuesto sobre mi cara. Caí de rígido y de lado sobre la cama. Ese lo que sea se tumbo encima mío velozmente. Lo último que sentí fue su boca en mi oído exhalando un aliento que me hizo desvanecer del horror.

Al regresar en mi, mis padres, mi hermana y mi primo estaban mirándome. Me encontraba en el hospital. No pude pronunciar palabra. Sólo eche a llorar. Escuchaba al doctor hablar con mi madre sobre un ataque de pánico o algo así. Me encontraron helado y botando espuma por la boca y señalando entumecido a la pared.
Mi primo se acerco y me dijo: Tu también lo viste verdad......Viste al sombrero verdad.....Ahora vendrá cada noche por nosotros a respirarnos encima. ......Vendrá cada noche.......a respirarnos encima........